El futuro de la Economía Uruguaya
¿QUÉ OPINAN LOS URUGUAYOS SOBRE LA MARCHA DE LA ECONOMÍA EN URUGUAY? Encuesta de EQUIPOS revela datos en setiembre 2023.
Los uruguayos tienen opiniones divididas sobre la marcha de la economía del país, condicionados por sus orientaciones políticas y su nivel socio-económico. De cara al próximo año, hay expectativas de estabilidad del salario, y algo de preocupación sobre el empleo y la evolución de los precios.
Los resultados
Cuando se pregunta a los uruguayos cuál es su percepción sobre la situación económica actual del país, hay opiniones divididas y poco polarizadas, aunque con saldo negativo: una cuarta parte de la población (24%) califica la situación como “buena” o “muy buena”, y 32% como “mala” o “muy mala”. El grupo mayor, sinembargo, la evalúa como “ni buena ni mala” (44%). Por tanto, la percepción de la población sobre la economía actual del país carece de estridencia. No solo porque hay una proporción importante que se ubica en posiciones intermedias, sino también porque las categorías extremas de respuesta (“muy buena” o “muy mala”) son minoritarias.
Cuando se consulta cuál es la expectativa sobre la economía en los próximos doce meses, el resultado es relativamente similar, aunque con saldo inverso. Nuevamente el grupo mayor (43%) se ubica en posiciones intermedias, afirmando que no espera cambios: siente que en un año la economía estará “igual” que ahora(adicionalmente, 9% no sabe qué puede ocurrir). En este caso, el grupo que espera mejoras (29%) es algo mayor al que espera que la economía empeore (19%). Pero también, en su mirada hacia el futuro, los uruguayos tienen expectativas no radicalizadas sobre lo que puede ocurrir en 12 meses.
En el balance, el Índice de Confianza en la Economía, que Equipos Consultores construye combinando ambos indicadores (visión actual y visión futura), se ubica en zona de absoluta neutralidad: valor 0 (en una escala que podría variar entre - 100 y +100).
La evolución en el tiempo
En lo que va del actual período de gobierno, las visiones de los uruguayos sobre la economía han tenido variaciones significativas. La principal, apenas iniciada la gestión de gobierno actual, está asociada a la llegada de la pandemia: entre febrero y marzo de 2020 la confianza económica pasó de +6 a -20 en un mes.
Luego de ese momento mínimo, la confianza en la economía se fue recuperando paulatinamente (con evoluciones asociadas al contexto de la pandemia y la vacunación), hasta llegar a un máximo de +8 en enero de 2022. Ahí se inicia un fuerte proceso de caída, explicado principalmente por el aumento de la inflación en el primer semestre del año, y hay un acelerado proceso de deterioro hasta -10 (mayo de 2022). Y, a partir de entonces, nuevamente una gradual recuperación en el segundo semestre del año, hasta volver al punto de neutralidad en que actualmente nos encontramos, y que se ha mantenido básicamente estable a lo largo de todo 2023.
La estratificación social y las identidades políticas
Las visiones sobre la economía no son homogéneas en la sociedad uruguaya. Hay al menos dos variables que tienen una asociación importante con la misma. La primera es la estratificación social. En los sectores medios, medio altos y altos, los juicios sobre la marcha de la economía del país son significativamente más positivos que los de los estratos medio bajos y bajos. En todos los segmentos el grupo mayoritario es el intermedio, pero el balance entre visiones positivas y negativas decrece conjuntamente con la estratificación social.
Más marcado aún es el efecto de las identidades políticas, en este caso representadas por el voto anterior. Entre los votantes de la coalición oficialista las visiones positivas sobre la economía superan holgadamente a las negativas (40% a 14% respectivamente), mientras que entre los votantes del Frente Amplio ocurre lo inverso, incluso con mayor intensidad (10% de visiones positivas y 51% de visiones negativas).
En el balance, dentro de un marco general de moderación en los juicios sobre la economía (actual y futura), sí hay sectores de la población, definidos social y fundamentalmente políticamente, que presentan percepciones más diferenciadas.
Las expectativas de ingresos, empleo e inflación
Con relación a otras dimensiones específicas de la economía, las expectativas de los uruguayos hacia el próximo año son algo más variadas.
La amplia mayoría (69%) considera que los salarios se mantendrán estables, y son más (20%) los que esperan que aumenten que los que creen que disminuirá (8%). El balance de expectativas sobre salario entonces, tiene saldo positivo
Lo contrario ocurre con las expectativas sobre el desempleo. Si bien el grupo mayor espera también estabilidad (42%), son más los que esperan que el desempleo aumente (32%) que los que esperan que disminuya (21%). Contrariamente a lo que ha sido la evolución del mercado de empleo en los últimos meses (con excepción del último registro), las expectativas hacia adelante muestran saldo negativo.
Por último, hay expectativas divididas sobre la evolución de los precios. 48% de los uruguayos considera que los precios aumentarán “mucho” o “bastante”, y una idéntica proporción que lo harán “poco” o “nada”. Los resultados de agosto muestran que la preocupación por el aumento de precios ha disminuido notablemente respecto a meses anteriores (en consonancia con la reducción de la inflación real). Incluso, este registro de agosto de 2023 es el más bajo en temor inflacionario de todo este período de gobierno. Pero, aun así, es destacable que una parte importante de la población mantiene la creencia de que los precios seguirán aumentando el próximo año. En un país con larga tradición inflacionaria como el Uruguay, es posible que algunas de estas creencias no sean tan sencillas de modificar en el corto plazo.
FICHA TÉCNICA: